"Abordando el Ferrocarril"
Hoy por fin les presento el resultado de un proceso que duro poco más de dos meses, en el que los niños y niñas de los diversos talleres de la Casa de la Cultura Oaxaqueña y el taller de plástica 5 a 9 participaron en este gran proyecto que recupera y da a conocer parte de la historia de nuestra ciudad y estado, Abordar el ferrocarril desde la mirada infantil es otro tema en el cual se busca que nuestros niños y niñas conozcan el entorno en el que viven, lo que existe y existió, utilizando la plástica para plasmar las manera en que ellos se lo imaginan.
Durante el primer mes como ya se mostró en la entrada anterior, los alumnos conocieron la historia del ferrocarril en Oaxaca, visitaron el museo donde antes era la antigua estación, así como el escuchar historias y experiencias de las personas al viajar hace ya un tiempo en tren.
El segundo mes se dedicó al trabajo plástico, en donde poco mas de cien alumnos se dedicaron a plasmar desde lo más significativo de aquellos viajes, hasta las diferentes costumbres y tradiciones que hoy existen en nuestro estado, para finalmente presentar e inaugurar la expo-instalación en el Museo del Ferrocarril, donde padres, hijos y público en general pudieron disfrutar de este enorme y colorido resultado.
No bastan sesenta imágenes para mostrar lo grato que es el proceso de verlos trabajar con tanto entusiasmo, pero sobre todo el disfrutar la experiencia de pintar un objeto que al final tendrá un uso más allá de un sencillo cuadro.
Sobre las vías de mi Ciudad
En un lugar diverso en culturas, costumbres y tradiciones, que con el paso del tiempo algunas han desaparecido, otras preservado o evolucionado, hoy, a través de un viaje que nos llevará por matices imaginarios del pasado mezclados con el color de nuestro presente, mostraremos por medio nuestra imaginación y pinceladas enlazando nuestra época con la del ferrocarril de Oaxaca, recreando: La ruta del Sur.
Entre fierro y acero, corría este ya antiguo medio de trasporte, largo y articulado de vagón a vagón en tanto los pasajeros esperaban en el andén con emoción tres campadas y el ¡Abordo, abordo! que anunciaría la tripulación el destino. Todos listos para el viaje, el destino no era comparable con lo significativo del viaje que duraría horas, la estación atiborrada de personas porque la partida o la llegada del tren era todo un acontecimiento para la ciudad.
En tanto el reloj sincronizado a la misma hora con los de otras estaciones y estas a su vez comunicadas por el telégrafo, los pasajeros ya en su asiento o camarín, escuchaban el sonar del silbato y era entonces cuando el tren se ponía en marcha. Apenas pasaba por otra estación, ya los pasajeros percibían el olor de los alimentos que en Etla, Parián o Huítzo subían a vender los habitantes de aquellos lugares, sin importar que fuera muy noche o ya de madrugada el café caliente, el chocolate, las empanadas, los tamales, las tortillas y el quesillo no podían faltar. Para cuando el paisaje se convertía en montañas y laderas se compartía de lo que se compraba, las conversaciones surgían y el viaje más delicioso continuaba. Faltaría mucho o poco para llegar a su destino, pero aun quedaba la oportunidad de disfrutar de los hermosos paisajes de nuestro México.
Llegaba al fin el tren a su destino con los pasajeros, la mercancía, el correo y las noticias abordo que hacían al ferrocarril aún más importante, apenas descendían todos agotados, ya pensaban en su regreso para volver a vivir la aventura de otro viaje.
Disfrutemos hoy de este colorido viaje a través de la mirada de los niños y niñas, combinado la importancia que tuvo en su momento el ferrocarril para la ciudad con la espontaneidad de cada uno de ellos. Abordar el día de hoy esta ruta, es trasportarnos a contemplar una emotiva muestra de expresión, alegría e identidad a color.
¿Te imaginas un viaje en tren que te transporte por hermosos paisajes, la Guelaguetza, los alebrijes, los chapulines y hasta la arquitectura de nuestra ciudad?...
Inauguracíon
